En Can Barça se ha considerado tradicionalmente al retirado Joan Gaspart como el peor presidente, incluso aceptando él mismo esta calificación. Con el paso de los años, llegó a la conclusión que fue un buen vicepresidente pero un mal capitán cuando le llegó el turno de llevar el timón. Pues bien, puede sentirse ya liberado de esa pesada carga ya que Bartomeu ha arrasado en la peculiar carrera por ser considerado el peor en la presidencia de la historia del FC Barcelona.
¿Qué ha hecho mal Josep Maria Bartomeu i Floreta para que lo considere propietario para la eternidad de ese título?
Política (fallida) presidencialista en fichajes
En esto Florentino es un experto. Ya saben: yo mando, yo ficho. Pero su homólogo merengue siempre ha tenido una ventaja que otros no tienen: una cartera con más dinero y mayor acceso al crédito. Esto no es necesariamente mejor ya que un equipo de fútbol no se configura como en la Play Station, observando únicamente las medias de los jugadores. Sin embargo, hay un margen de error menor, claramente.
Bartomeu i Floreta disponía de dinero cuando llegó a la presidencia, pero gastó fortunas en jugadores que no han rendido por distintas razones: Philippe Coutinho (140+20 millones), Antoine Griezmann (120 millones) o Ousmane Dembélé (105+40 millones), mencionando los casos más destacados. Es cierto que este último no puede ser considerado un fracaso total, pero en cualquier caso no podemos calificarlo como un fichaje amortizado.
Si no hubiéramos fichado a Griezmann, Neymar estaría en el Barça.
Todo ello es más sangrante aún si recordamos las palabras de Abidal en The Telegraph, quien fuera secretario técnico del Barça hasta no hace mucho, quien afirmó que Neymar hubiera vuelto a vestir la zamarra azulgrana si el francés no hubiera sido fichado, «pero el presidente decidió fichar a Griezmann.
Olé, Bartomeu! Ahí tuviste buen ojo: fichar a un segundo delantero o media punta (puesto que ya tenía el Barça cubierto por un tal Messi) sin desborde en lugar de alguien como Neymar, quien rompía las defensas de la Liga española hace unos años.
Resumiendo este asunto con claridad meridiana: Bartomeu eligió mal los fichajes, pagó por ellos precios por encima de mercado y, para rematar a los culés, les contrató con fichas abultadas, aspecto que nos da para hablar en el siguiente punto.
Masa salarial disparada en el primer equipo de fútbol
Si a malos fichajes sumamos unas mensualidades enormes ya tenemos suficiente para llevar a la ruina económica a cualquier equipo del mundo.
En el caso culé, la masa salarial en fichas asciende a los 588 millones de euros, según el último reporte presupuestario. Para observarlo desde un punto de vista global, estamos hablando de más de un 80% del presupuesto, cuando todos los expertos abogan por no superar el 70%.
Este volumen solo puede mantenerse cuando los éxito futbolísticos caen uno detrás de otro. A la vista está que esto no ha sucedido y no tiene pinta que vaya a cambiar.
La consecuencia directa de este problema es obvio: no hay dinero para pagar a los jugadores y el más mínimo contratiempo puede llevar al club a la bancarrota. Sin embargo, hay más consecuencias: tener a jugadores que no rinden y a los que estás pagando fichas por encima de su caché impiden su venta a otros clubes. ¿Quién hoy en día pagaría el toal de la ficha de jugadores como Griezmann o Coutinho? Pero la lista de «traspasables» que no pueden serlo por esta razón (o no pueden serlo sin ingeniería financiera) es más larga: Dembélé, Umtiti, Sergi Roberto… Pongámonos en la piel de un gran club europeo que desea hacer un gran equipo: ¿pondrías en riesgo el equilibrio financiero de tu club asumiendo la ficha (y el fichaje) de esos jugadores culés? ¿Te arriesgarías a sanciones de la UEFA por no respetar el equilibrio de ventas/comprasde jugadores? Claro que no.
¡Otro regalo que ha dejado Bartomeu al FC Barcelona!
Plantilla débil e incomparable frente a los grandes de Europa
Estos errores del anterior presidente del Barça no tienen explicación alguna. Lo único que podría aliviar la herida económica es que todo ello fuera por una buena causa: ganar torneos. A la vista está que no ha sido así y Bartomeu se ha encargado de que siga siendo así.
Observemos cómo y con quién ha tenido Ronald Koeman que luchar por ganar títulos esta temporada. Las últimas alineaciones en los partidos más importantes tenían nombres como Mingueza, Araujo, Dest, Pedri, Ilaix… Son jugadores jóvenes y con potencial, pero no puedes dejar caer sobre sus espaldas el peso en partidos frente a grandes de Europa porque lo mínimo que te puede pasar es que te lleves cuatro, como en la ida de cuartos de Champions League, frente al Paris St. Germain de Mbappé y Neymar. El equipo parisino no era un gran equipo, pero sí contaba con una de las mejores plantillas de europa, muy por encima de la culé en calidad y experiencia.
Dificultar la estrategia futura de fichajes
La conclusión lógica de lo anterior es la necesidad de renovar la plantilla. Sin embargo, Bartomeu también se ha encargado de esto y ha torpedeado la estrategia.
Si a las dificultades económicas que todos los equipos pasan por la pandemia del Covid-19 sumamos una caja vacía por grandes fichajes del pasado y por un volumen de fichas descomunal, además de jugadores que no quieren salir del Barça ya que reciben una gran ficha, tenemos un panorama muy sombrío para el mercado de fichajes culé. No hay dinero para compras ni para indemnizaciones para aligerar la plantilla, por lo que solo puedes adquirir jugadores que finalicen contrato y no hayan sido renovados por sus equipos. Esto acota el mercado a jugadores de calidad media y otros que están a punto del retiro.
Reforzar a rivales directos
Repugna al más común de los sentidos una estrategia tan absurda. Aún estando de acuerdo en que el delantero Luís Suárez debía acabar su carrera en el FC Barcelona, no puedo más que criticar con vehemencia la decisión de ‘Barto’ de vender al uruguayo a un equipo de tu misma liga.
Arriesgar a tu equipo a que se cruce en Champions con el nuevo equipo del jugador que has vendido es una cosa, pero asegurar un enfrentamiento directo (varias veces) con el rival que lo ha fichado demuestra que no se tienen «muchas luces», como diría mi abuela.
Josep Maria Bartomeu no concluyó lo mismo y parece que vamos a tener que sufrir la rivalidad reforzada de un Atlético de Madrid aupado por el reciente campeonato de Liga.
Tras todo ello, podemos concluir que Josep Maria Bartomeu i Floreta es el presidente culé más anticulé (por sus decisiones) que ha pasado por las oficinas barcelonistas en toda su historia. Ni el enemigo más cerrado del FC Barcelona habría hecho tanto daño al equipo de la ciudad condal. No obstante, la historia de la incompetencia del expresidente culé puede tener más capítulos, según leemos en la prensa, ya que la auditoría del club que está llevando a cabo el equipo de Joan Laporta está poniendo el foco en varias decisiones de la anterior directiva. Veremos en qué acabado todo ello.