
Los complejos pueden tener muchas causas. La infancia es un punto clave para el desarrollo de todos nosotros y quizá en este punto sufriste algunas presiones o errores por parte de tu núcleo familiar. Esto, de una u otra manera, trae consecuencias cuando se habla de complejos relacionados con la autoestima. De la misma manera, pueden existir las comparaciones. Durante este periodo de nuestra vida estamos en plena etapa de formación, lo que trae consigo múltiples comparaciones entre hermanos o amigos.
Los padres suelen ser detonadores de esto y parte clave para la obtención de complejos profundos. Un factor importante, también lo podemos encontrar en los medios de comunicación y su forma de presentar a la persona. Las imágenes que recibimos, las leyes que ellas dictan pueden llegar a exacerbar un sentimiento de inferioridad.
La verdad, sea cual sea la causa o el complejo que tengas, es importante que demos una mirada a nuestro interior, sepamos identificar lo que nos afecta y busquemos formas de solucionarlo. En el siguiente texto te daremos algunos consejos para acabar con los complejos.
La perfección no es real
Los complejos pueden nacer por la imagen de persona que tenemos y con la cual convivimos a diario. Por ejemplo, alguien que crea que las modelos, los actores y las celebridades de la televisión son un punto de referencia para ser o parecer, está alimentando una forma de ver el mundo autodestructiva.
Primero que todo debemos entender que una cosa es la imagen que se muestra en los medios y otra la realidad. Es necesario comprender que detrás de las luces y los finos aditamentos, existe una persona con los mismos problemas e inseguridades que nosotros. Por esto, compararse solamente en un punto, ya sea la fama, el carisma o el dinero, nos hará infelices y generará complejos.
Lo más importante en este punto es entender que la realidad la creamos nosotros, que los estereotipos siempre son mentirosos, que la perfección no es algo real y que, para ser mejor, debemos trabajar en nosotros mismos.

Aceptarte
Muy en concordancia con el punto anterior, aceptarte es una de las mejores maneras de superar cualquier clase de complejo interno que tengamos. Eso no quiere decir que nos creamos perfectos y que nada es mejor que nosotros, pues esto también es una actitud dañina. Lo que sí es importante es elegir qué queremos ser, aceptar que nos encontramos en cierto punto, ya sea lejano o cercano a esa meta, y trabajar para llegar a ella.
No te compares
La vida de otras personas nos puede parecer muy buena, pero ¿en qué aspecto? Tal vez otros tienen más dinero, quizá son más bellos físicamente o cuentan con una mejor pareja. Aunque estos son factores importantes en toda persona, la verdad es que solamente vemos una pequeña fracción de lo que otro es cuando juzgamos por uno de esos aspectos.
No te compares con nadie porque realmente no sabes cuál es su situación. La vara de medir que debes tener eres tú y lo que puedes hacer para superarte.
Acepta las críticas constructivas
Las críticas siempre serán importantes. Ellas te harán ver en qué te estás equivocando y qué puedes cambiar. No obstante, debes aprender a diferenciar aquellas que son constructivas y aquellas que buscan verte caer. En el segundo caso es necesario que las ignores y sigas tu vida sin prestarles la menor atención.
Destaca lo bueno
Sabemos que cuando nos sentimos acomplejados por nuestro cuerpo, nuestra situación económica o quizá nuestra forma de comportarnos en público, solemos castigarnos. Esto es un error, porque de ese modo no destacamos lo bueno. Los pasos que solemos dar suelen ser pequeños y tomar tiempo. Por eso, cada vez que logres algo en cualquier aspecto de tu vida debes destacarlo y darle la importancia que merece.
Sonríe
La sonrisa es una de las mejores armas que tienes contra aquellas situaciones y personas que quieres verte caer. Por algo dicen: al mal tiempo, buena cara.
Fija metas
Las metas te mantendrán alerta, seguro de ti mismo, atento a lo que viene después. Pendiente de ellas tu mente mantendrá ocupada y alcanzarla será la mejor sensación que podrás experimentar.
Observa a los demás
Todos tenemos debilidades y complejos, por eso mirar cómo los demás lidian con ellos puede sernos de gran ayuda.
Habla
Ya sea con tus amigos, familia o un profesional es importante que saques lo que tienes dentro, que reconozcas tus problemas; esto es el camino para superarlo.
Recibe halagos
Los halagos pueden subirnos la autoestima de un momento para otro. Haz caso a aquellos que vayan encaminados a recalcar una característica buena de ti, te aseguramos que harán toda la diferencia.