Durante este mes se han llevado a cabo las conocidas Evaluaciones de Bachillerato para el acceso a la Universidad, o también conocidas como (EBAU, EVAU o PAU).
La Región de Murcia decidió inaugurar exámenes a partir del día 1 de Junio, seguidamente Navarra y La Rioja optaron por comenzar el día 2. Las comunidades restantes cursaron los exámenes entre el 7 y el 11 de ese mismo mes, excepto Andalucía que abrió las puertas a la convocatoria ordinaria el día 15, finalizando las pruebas el 17.
Aunque es cierto que este año se han relajado las medidas preventivas de la Covid-19 con respecto al anterior, han seguido muy presentes ente los estudiantes. A diferencia del año pasado, este año no había que dejar los exámenes «en cuarentena» por miedo al contagio.
Tanto alumnos como profesores tenían un interrogante claro para este año: ¿iban a ser las pruebas como las que se realizaron el año pasado?
El pasado año 2020, a causa de la pandemia, se decidió rebajar el nivel de dificultad de las pruebas considerablemente dado que casi se había perdido un año de clases presenciales, algo que agradecieron sobre todo los alumnos de segundo de bachiller, curso en el que más te encaminan para poder afrontar bien las pruebas.
Profesores y alumnos seguían manifestando la necesidad de rebajar la dificultad, pero no habían respuestas claras.
A mi parecer los exámenes han sido igual de complicados que los realizados antes de 2020, claro, desde un punto de vista subjetivo. Dado que la objetividad en este caso es bastante complicada. Esto lo podemos comprobar en el «pique» continuo que mantienen distintas comunidades al hablar de la realización de la EBAU y el grado de dificultad que comprende cada comunidad.
En cada comunidad se preparan distintos exámenes, con distintos temarios y distintos niveles. Esto genera siempre mucho revuelo, pero este año ha destacado el caso de Murcia y su examen de Historia de España. Estudiantes de otras CCAA se quejaban de la «simplitud» de aquel examen, alegando que en aquel examen estaba la opción de rellenar por casillas.
Desde hace año grandes cargos del gobierno intentan alzar la voz para un único examen, así todos tendrían las mismas oportunidades.
Pero, ¿sería esto útil? Posiblemente algo así podría plantearse de aquí a bastantes años, pues habría que cambiar muchas cosas del sistema educativo, intentando la máxima equitatividad en todas las CCAA.
Un examen diferenciado tiene sus pros y sus contras. El problema de estos es que se dice que muchos alumnos llegan a Universidades de otras comunidades con las notas «hinchadas», dejando fuera a otros alumnos con los exámenes subjetivamente «más difíciles». Los exámenes no ven este problema como muy importante o de vital importancia, pero las opiniones al respecto son muy variadas.
Un ejemplo estadístico seria el de la EBAU de 2017. Un 34,71% de los alumnos canarios sacaron un 9 sobre 10. Mientras que esta cifra en Castilla y León la consiguió tan solo el 9,55% de los estudiantes.
A partir de aquí, cada persona es libre de sacar sus propias conclusiones. Y tú: ¿cambiarías las normas de la Selectividad?