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Los jóvenes usan a diario aplicaciones de mensajería instantánea; sin embargo, realizar llamadas telefónicas es una acción cada vez menos frecuente entre los millennials y los de la generación Z.
De hecho, según un estudio, los nacidos en las décadas de los 80 y 90 sienten ansiedad antes de reunir el valor suficiente para hacer una llamada y consideran que las aplicaciones asíncronas son más cómodas y menos intrusivas.
Concretamente, el 81 % de los jóvenes entrevistados en el estudio Generation mute, millennials phone call statistics (Generación muda, estadísticas de llamadas telefónicas de los millennials), realizado por BankMyCell, siente ansiedad antes de reunir el valor suficiente para hacer una llamada y al 75 % de los jóvenes les resulta una intromisión recibir una llamada telefónica.
En la encuesta a 1.200 millennials estadounidenses nacidos entre 1981 y 1996, queda reflejado que los jóvenes prefieren prepararse qué van a decir y borrar un mensaje para pulirlo antes de enviarlo. En una llamada sienten más presión ante la improvisación.
