Según el Ministerio de Sanidad hay vacunados alrededor de 34.224.500 españoles hasta el momento. El plan trazado apunta a una vacunación del 70% de la población del país contra el Covid-19 para la segunda mitad de agosto.
Sin embargo, para entonces todavía quedarán por vacunar los cerca de 14 millones de adultos jóvenes, adolescentes, niños y bebés de menos de seis meses. Y es por eso que en España quieren conseguir que para el curso 2021/2022 estén gran parte de los jóvenes vacunados. En Sanidad, no obstante, afirman que «será prácticamente imposible conseguirlo» para antes de comenzar el curso, pero están convencidos de que a lo largo del otoño se podrá conseguir la vacunación a gran escala en ese sector. A esta línea optimista sumamos el dato de la Agencia Europea del Medicamento que ha autorizado el uso de la vacuna de Pfizer para adolescentes entre los 12 y los 15 años.
España cuenta ya con casi 18 millones de dosis de este laboratorio, tiene prevista la llegada de otros 26 millones de inyectables antes de septiembre, al margen de los 94 millones de dosis que debería recibir a partir de diciembre fruto de los últimos acuerdos de la comisión.
A todo esto hay que añadir el hecho de que Moderna ha solicitado el visto bueno de los reguladores Europeos para poder vender sus vacunas a jóvenes después de conseguir que sus vacunas obtuvieran un 93% de éxito.
Sin embargo, hay voces que discrepan de este esfuerzo por parte del estado español. Así, Quique Bassat, pediatra y epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona, afirma que «vacunar a los adolescentes no nos urge, no es prioritario y no deberíamos hacer ese esfuerzo ahora. Una cosa es que hubiese vacunas para todos, que entonces sería favorable, pero ahora mismo, los adolescentes son poco vulnerables a la enfermedad grave y contribuyen relativamente poco a la transmisión comunitaria: tenerlos protegidos o no, no va a cambiar la situación epidemiológica».