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Cuatro de cada diez menores de 25 años se han visto obligados a cambiar de trabajo por culpa de la pandemia, así lo afirma un estudio de Randstad, elaborado a partir de más de 13.500 encuestas a trabajadores de 33 países. En él se recoge que:
El 24,9 % de los españoles se ha visto obligado a cambiar de empleo, ya que la empresa donde trabajaba tuvo que cerrar o acometer despidos por el impacto de la crisis del coronavirus. Se trata de una de las tasas más altas del mundo: 6,6 puntos porcentuales superior a la media europea.
De toda la población, los menores de 25 años son los más perjudicados por los efectos de la pandemia, ya que además de los estragos que ha causado el COVID-19 en el mercado laboral, deben enfrentarse a contratos laborales que no les resultan rentables y a una elevada tasa de temporalidad.
Sin perder la esperanza
El 54 % de los trabajadores españoles espera que el empleo remonte este año, un porcentaje superior a la media europea (47,5 %).
Un optimismo que parece desvanecerse con la edad, ya que la información recopilada por Randstad concluye que el 63,9 % de los españoles menores de 25 años confía en una mejora de las condiciones laborales durante este año, tasa superior a la correspondiente a los trabajadores de entre 25 y 45 años (62,9 %) y a la de los mayores de 45 años (38,1 %).