Cuando Brett Belsky, profesor de gimnasia de la New York’s Middle School 890, de Brooklyn (EE.UU.), prometió a sus alumnos de 11 y 12 años que jugaría con ellos a Fortnite si mejoraban su rendimiento no pensó que podría ser despedido por ello.
Sin embargo, así fue. Según el New York Post, el docente observó que sus alumnos no dejaban de hablar de videojuegos y, concretamente, de Fortnite. Por ello, les propuso que si mejoraban en clase, jugaría contra ellos en el juego de la empresa Epic Games. Tras la sorpresa de los alumnos, éstos se aplicaron y parece ser que la idea de Belsky dio resultado.
Pero ahora le tocaba al profesor cumplir su promesa. Así que les reveló a sus alumnos su nombre de usuario en Xbox y participó con ellos en una sesión de Fortnite, no si antes advertir a los menores que debían pedir permiso a sus padres para jugar con él.
Todos los alumnos menos uno pidieron permiso a sus padres. Así que cuando los padres del alumno que no contaba con la aprobación de sus progenitores supieron que su hijo había jugado a un videojuego con su profesor, se quejaron al director de la escuela. Esto derivó en una investigación del Departamento de Educación de Nueva York que provocó que el comité de la New York’s Middle School 890 y los representantes de la Administración decidieran despedir a Belsky.
El profesor que llevaba 8 años trabajando en la misma escuela y que hasta la fecha no había recibido ninguna llamada de atención considera que su despido ha sido injusto y ha presentado un recurso.
