El Ministerio del Interior y la Dirección General de Tráfico (DGT) ultiman la nueva ley de tráfico, de la que ya se sabe que recoge las modificaciones en los controles de la ITV que se aplicarán a partir del 20 de mayo.
Respecto al carné de conducir, se planea que la asistencia a las clases en la autoescuela sea obligatoria y que en los exámenes se introduzca nuevo material que incluya, por ejemplo, vídeos. Una de las nuevas pruebas podría consistir en proyectar una película con un problema de tráfico y que los aspirantes tuviesen que redactar una solución a ese imprevisto. La idea es que los exámenes teóricos no se limiten únicamente a preguntas tipo test.
Durante las clases teóricas también está previsto que se incorporen nuevas materias como por ejemplo la conducción nocturna y durante las clases prácticas podría empezar a emplearse la conducción con sistemas de ayuda como los navegadores, así en un examen podría evaluarse el nivel de distracción y confusión que supone el GPS para el conductor. El objetivo es lograr que las personas sean capaces de dominar un vehículo de forma autónoma antes de salir a la carretera.
Por otro lado, también se prevé ofrecer a los aspirantes un curso previo de concienciación sobre los riesgos al volante, así como endurecer los requisitos que deben cumplir aquellos conductores que hayan perdido su carné por consumo de alcohol o drogas.
