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Según datos del Padrón Continuo y del Instituto Nacional de Estadística (INE), España envejece y pierde población con el paso de los años.
Por quinto año consecutivo, la población en España ha disminuido, esta vez en 17.982 personas, con lo que, a 1 de enero de 2017, el número total de habitantes era de 46,5 millones. Este descenso se explica por la salida de extranjeros, pues ésta supera al número de españoles que han regresado o se han inscrito.
Del total de ciudadanos inscritos en España, 41,9 millones tienen nacionalidad española y 4,5 son extranjeros, un colectivo que ya sólo representa el 9,8% de la población inscrita.
Los datos también exponen que el 49% de la población son hombres y un 51% son mujeres; y que la edad media de la población es de 42,9 años (43,7 años, los españoles y 35,8, los extranjeros).
Por edades, el 15,9% de la población española es menor de 16 años, el 37,3% tiene entre 16 y 44 años, el 28% tiene entre 45 y 64 y el 18,8% tiene 65 o más años.
Destaca el INE que sólo el 35,3% de los españoles tiene entre 16 y 44 años mientras que, en el caso de los extranjeros, el porcentaje se eleva al 56%.
Envejeciendo
España ha perdido dos millones de habitantes de 15 a 29 años durante la última década. Así, la población que pertenece a esa franja de edad ha pasado de situarse en 9 millones durante 2006 a caer hasta los 7,1 en 2016.
14 años consecutivos perdiendo juventud.
Con un 15,1%, España e Italia son los dos países de la Unión Europea con menor porcentaje de jóvenes sobre el total de su población. Lejos quedan países como Reino Unido, con un 19%; Países Bajos, con un 18,6% o Bélgica, con 18,2%
Entre las causas de por qué hay cada vez menos jóvenes se encuentran el descenso de la natalidad y la emigración masiva de los jóvenes al extranjero ante la falta de oportunidades laborales y las atlas tasas de paro juvenil que hacen que España no sea un país para jóvenes, tal y como recoge en su estudio Antonio Villar, catedrático de Análisis Económico de la Universidad Pablo de Olavide.
Por otro lado, la pérdida de jóvenes genera incertidumbre en el país de cara al sostenimiento de pilares del Estado del Bienestar como son las pensiones.