La Fundación Conocimiento y Desarrollo ha presentado en Madrid la duodécima edición del Informe CYD sobre la contribución de las universidades españolas al desarrollo. Al acto asistieron los miembros del Patronato de la Fundación CYD, así como destacadas personalidades del mundo académico, empresarial y de la sociedad española.
Para elaborar el Informe CYD 2015 se encuestó a un panel de expertos con el fin de elaborar un diagnóstico sobre el papel de las universidades en la economía y la sociedad española. Entre sus grandes conclusiones destaca la necesidad de priorizar el apoyo a las universidades tanto de las administraciones públicas como de los agentes económicos y sociales.
El impacto de la crisis en el sistema universitario español ha sido muy relevante.
Se considera que el sistema universitario favorece el bienestar de los ciudadanos y juega un papel importante en el crecimiento de la economía de un país. Sin embargo, en 2014 se redujeron un 4,2% los ingresos de las universidades públicas españolas. Desde 2009, el descenso ha sido del 17,9%.
En lo que hace referencia a los gastos, el ajuste de las universidades ha provocado un reducción del 5,9% en gastos de personal y del 13,4% en gastos corrientes en bienes y servicios.
El sistema universitario español en recursos disponibles sigue lejos de la UE-21 y de la OCDE.
El texto también recoge que la plantilla de personal docente e investigador ha caído un 6,6% desde 2009 y se ha ralentizado la incorporación de profesores jóvenes. En los últimos años además se ha reducido el número de matriculados en estudios de grado.
El número de alumnos de grado en el sistema universitario español ascendía a 1,36 millones en el curso 2014-2015. Esta cifra significa una nueva reducción respecto al curso precedente, en este caso del 3,9%. Desde el máximo reciente de 2011/2012, el número de matriculados ha caído en términos absolutos en casi 100.000 personas.
Finalmente, en el apartado acerca de la inversión en I+D de la Universidad española, el Informe CYD 2015 señala que ésta se ha reducido desde el 0,39% con respecto al PIB de 2010 hastsa el 0,35% de 2014. Del mismo modo, el personal dedicado a I+D en la enseñanza superior ha disminuido un 11,9% en el mismo periodo.