
Foto: Gerd Altmann / Pixabay
Después de más de un siglo de crecimiento continuado de la población total, desde 2012 España ha perdido cerca de 380.000 habitantes y hasta 1,6 millones de personas menores de 34 años, lo que ha contribuido al envejecimiento demográfico y a que la edad del español medio haya pasado de ser de 28 años en el año 1900 a más de 41 en la actualidad.
Estos datos se recogen en un informe de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) donde se explica que desde comienzos del siglo XX, la población española se multiplicó por 2,5 y el periodo de máximo desarrollo demográfico tuvo lugar entre los años 2001 y 2011, con un aumento de 6 millones de personas, hasta llegar a los 46 millones de habitantes.
Sin embargo, desde 2012 España no ha parado de perder población, produciéndose las pérdidas más intensas entre los jóvenes, especialmente entre la franja de edad entre los 25 y los 34 años, en la que se han registrado 1,3 millones de personas menos. Entre los menores de 25 años se ha contado 292.077 personas menos.
Envejecimiento de la población
La esperanza de vida al nacer de la población española ha pasado de los 34,8 años en 1900 hasta los 82,7 en 2015. Esto favorece el aumento de los grupos de población de mayor edad.
Si nos centramos en el colectivo formado por mayores de 65 años, observaremos que éste ha aumentado en más de 500.000 personas desde 2012.
Ante estos datos cabe plantearse cómo España afrontará las próximas décadas en las que habrá pocos jóvenes, insuficiente población activa, y muchos mayores.