El alcalde de Londres, el recién elegido, Sadiq Khan, ha anunciado que prohibirá en transportes públicos como el metro o autobús aquellos anuncios en los que se promueva cánones de belleza y se incluyan mensajes que puedan conducir a trastornos alimentarios.
La iniciativa surge en respuesta a una polémica campaña de 2015 de la marca Protein Worl, que preguntaba a las mujeres si tenían el cuerpo preparado para la playa y mostraba a una mujer de medidas irreales en bikini. El anuncio recibió muchas críticas entre la sociedad británica por ser degradante para la mujer, pidiéndose incluso que fuera retirado a través de la plataforma Change.org.
No es la primera vez que aparecen quejas porque la publicidad usa a las mujeres como objetos o muestra cuerpos imposibles que nada tienen que ver con las medidas habituales de una mujer real. Por ello, ya está bien de que la gente se sienta mal por no tener un cuerpo escultural y, este verano, recuerda: