
Foto: Fox News
Mariah Walton lleva toda su vida luchando contra una enfermedad de corazón. A sus 20 años, además de esperar un trasplante de pulmón y de corazón, ha denunciado a sus padres por negarle la atención médica que de pequeña necesitaba.
La joven alega que su defecto congénito de corazón podría haberse solucionado si hubiera recibido tratamiento médico de pequeña. Sin embargo, esto iba totalmente en contra de las creencias religiosas de sus padres, mormones integristas que vivían aislados en el norte del Estado de Idaho, quienes confiaban ciegamente en que su hija se curaría mediante la oración.
Hace dos años, como Mariah no tenía acceso al sistema de salud y su estado empeoraba, decidió abandonar su hogar e irse a vivir con su hermana mayor, Emily. Ahora, las hermanas Walton impulsan un cambio en la legislación en esa región de Oregon, donde la ley apoya “la libertad de religión” e impide “violar los derechos de los padres”.