Jordan Reeves tiene diez años y ha diseñado un arma que dispara purpurina para su brazo, gracias a la colaboración de los ingenieros que participaron en Superhero Cyborg 2.0.
La asociación KIDMob está detrás de este evento cuyo objetivo era ayudar a niños con discapacidad física a crear sus propias prótesis de “superhéroes”.
Diversos expertos se concentraron durante cinco días en San Francisco para enseñar a niños de 10 a 15 años, provenientes de diversas zonas de Estados Unidos, a diseñar y utilizar herramientas de impresión en 3D.
Los menores discapacitados pudieron realizar moldes de yeso de sus extremidades y utilizar un escáner para crear un modelado de brazos. También diseñaron un prototipo de su prótesis que acabaron imprimiendo para poder, finalmente, presentarlos ante una audiencia de más de 40 adultos.
