Para el diario británico Financial Times, la crisis laboral está convirtiendo en pobres y en enfermos a los jóvenes españoles.
El periodista Tobias Buck explica en el rotativo que a pesar de la sólida recuperación de la economía en el país, los datos oficiales muestran que 1,85 millones de españoles de menos de 34 años están desempleados. Además, uno de cada cinco jóvenes no estudia ni trabaja, mientras que miles de ellos han tenido que abandonar España en busca de un trabajo. Por otro lado, los jóvenes que logran encontrar un trabajo tienen que enfrentarse a sueldos bajos y condiciones laborales precarias que les niegan seguridad y la opción de planificar su futuro, pensando por ejemplo cuándo van a poder formar su propia familia.
Cuatro de cada cinco jóvenes entre 16 y 29 años siguen viviendo con sus padres.
Ante esta situación, Buck considera que los jóvenes que padecen la crisis no sólo se están convirtiendo en pobres, sino que, más allá de estadísticas económicas, están sufriendo, lo que les convierte en enfermos.
Los síntomas más comunes en estos jóvenes sometidos a una “adolescencia permanente” que les impide alcanzar la plena independencia y madurez por la situación del mercado laboral son la ansiedad y la depresión, junto a un sentimiento ardiente de injusticia.