Debido a no tener cargas familiares, en muchos casos, y acuciados por la falta de oportunidades laborales en España, los jóvenes de entre 25 y 35 años son los que cuentan con más facilidad para desplazarse en busca de trabajo, bien sea por los distintos territorios de este país o a otro Estado, normalmente, europeo.
Asempleo, la patronal de las agencias privadas de empleo, ha publicado un estudio que aborda alguna de las razones que explican el descenso de la población activa en España en el segundo trimestre de 2014. De este modo, se ha podido comprobar que en ese descenso han influido la baja natalidad que hay durante los últimos años, el retorno de parte de la inmigración a sus países de origen y la emigración de la juventud española, sobre todo en el rango de edad de los 25 a los 35 años.
La población activa, en esas edades, ha sufrido una caída interanual del 5,2%. Obviamente, los jóvenes no han desaparecido de golpe sino que la población juvenil se ha visto disminuida tras decidir muchos de ellos hacer las maletas a otros países en busca de oportunidades laborales. Si este proceso tiene continuidad, «podría llegar a suponer la descapitalización de la economía española, clave en el proceso de recuperación de la actividad productiva», informa el estudio.
La búsqueda de trabajo también lleva a los jóvenes españoles a emigrar a otras provincias, no sólo a otros países. Concretamente, el 13,8% de ellos encontraron empleo en una provincia distinta a la de su residencia original en 2013.
El informe ‘Monográfico del Mercado Laboral‘, elaborado por por el grupo Afi (Analistas Financieros Internacionales) y Asempleo, también arroja datos positivos. Así, vaticina que el año en curso finalizará con 300.000 empleados más, lo que representa un crecimiento interanual del 1,7%. No obstante, el informe también apunta que esa recuperación del empleo debe aumentar más si se desea alcanzar los objetivos europeos.