Un teléfono es un objeto inmaterial y una mascota es un ser vivo con el que se supone que tenemos un vínculo emocional. Sin embargo, una encuesta pone de manifiesto que un tercio de los estadounidenses salvarían antes su smartphone que a su mascota, en caso de que un incendio amenazara su hogar.
Según las respuestas dadas por 3.000 adultos, ante un desastre, tras salvar a sus familiares y al resto de personas, un 31% intentaría recuperar su smartphone antes que a su mascota, pues en el teléfono está almacenada su agenda laboral y otras informaciones relevantes cuya pérdida supondría un elevado coste a la hora de reanudar su vida laboral.
Una vez recuperado el smartphone y, en segundo lugar, la mascota de la casa, se buscaría el dinero en efectivo y las joyas. En los últimos puestos se encontrarían los recuerdos personales. De hecho, sólo un 4% de los encuestados han afirmado que intentarían salvar las fotografías; quizás sea porque cada vez revelamos menos instantáneas y nos decantamos por guardar copias digitales.