Los padres de Kylie Wicker, una niña de 9 años de Illinois que nació sin dedos en su mano izquierda, querían comprarle una prótesis a su hija. Sin embargo, debido al elevado coste de la misma, unos 50.000 dólares, pensaron en esperar a que la pequeña acabar de crecer. Mientras tanto buscarían otras soluciones para que su pequeña pudiera sujetar objetos con su mano izquierda.
Navegando por Internet, descubrieron que niños en la misma situación que Kylie se habían beneficiado de las posibilidades de la impresión 3D, así como la publicación de una prótesis de mano lista para su impresión. Ahora sólo faltaba buscar a alguien que tuviera acceso a una impresora 3D y supiera manejarla.
Así fue como 10 estudiantes de ingeniería de gráficos de la Boylan Catholic High School, coordinados por uno de sus profesores, aceptaron construir la mano para la pequeña Kylie, utilizando la impresora 3D con la que cuenta la escuela para las labores docentes de tecnología.
Foto: REUTERS / El Universo
El funcionamiento de la prótesis se basa en un mecanismo de articulación que conecta los dedos con la muñeca a través de cordones elásticos. De este modo, al doblar la muñeca los cables se tensan y los dedos se cierran, permitiendo sujetar objetos.
Gracias a esta prótesis cuyo coste ha sido de unos 5 dólares, Kylie podrá montar por primera vez en bicicleta.
