Al contrario de lo que ocurre en los países anglosajones, el sistema educativo español no contempla el aprendizaje de las técnicas de oratoria. Es por ello que a la gente no le gusta hablar en público y no conoce la importancia del tono de voz, la postura, el control del tiempo, el vocabulario elegido, etc. Para Fran Carrillo, fundador y director de La Fábrica de Discursos:
Los jóvenes son el futuro, y habría que invertir en ellos. Casi puedo afirmar que la oratoria es tan importante como la carrera que estudies. Elijas la formación que elijas, tendrás que comunicarte, expresar tus ideas, establecer argumentos.
Carrillo defiende el poder de la palabra y considera que una oratoria clara y definida ofrece más posibilidades a la persona, al margen de los conocimientos en otros ámbitos que posea. Es por ello que defiende que se institucionalice la oratoria en el sistema educativos español, tal y como ocurre en el anglosajón. Algo en lo que coincide Agustín Rosa, autor del libro Hablar en público es posible si sabes cómo, quien comenta que:
Comunicar con eficacia es una habilidad básica que raramente se enseña en los colegios. Es un error, porque mejorando las habilidades de oratoria y comunicación en los más jóvenes se conseguiría un efecto positivo en su rendimiento escolar, y se contribuiría positivamente a su desarrollo personal y profesional.
Por su parte, Carrillo recomienda a todo el que quiera aprender a comunicar que primero se inicie en un proceso de lectura, de observación y de escucha. Después ya se profundizaría en las técnicas de oratoria. Pero no sólo desde las escuelas se puede ayudar a los niños a adquirir las habilidades apropiadas para hablar en público sin problemas. Según el psicólogo Manuel Antolín, esto se puede aprender en casa:
Dejándoles expresar sus propias ideas y desarrollando en nuestros hijos una actitud crítica que permita que se sientan seguros.
