Los servicios de atención a las víctimas de violencia de género han detectado que cada vez son más jóvenes las mujeres que acuden a ellos.
Según datos del informe de la Comisión de Violencia de Género del Consejo Interterritorial de Salud, los servicios sanitarios de las comunidades autónomas detectaron el año pasado 11.995 casos de malos tratos, físicos o psicológicos. Un 65% de las atenciones se dieron a mujeres españolas menores de 30 años agredidas por sus parejas; un perfil que confirma el Instituto Nacional de Estadística: de las 29.146 mujeres víctimas de violencia de género inscritas en el Registro General para la Protección de las Víctimas de Violencia Doméstica, casi un 28% tenía entre 20 y 29 años.
Julia Yagüe, profesional de un servicio municipal de emergencia para la atención de víctima de violencia de género, explica que:
Recibimos llamadas de chicas jóvenes y también de menores de edad. En muchos casos no son ellas quienes acuden, sino sus familiares o amigos, que no saben cómo ayudar a que salgan de la espiral de violencia en la que están atrapadas.
Los expertos consideran que debe ayudarse a las jóvenes para que pongan fin a los insultos, amenazas y/o agresiones que puedan sufrir por parte de su pareja o ex pareja. Además, señalan el control al que son sometidas a través de las redes sociales, que “permiten saber qué hace una persona en cada momento”.
Por otro lado, desde la familia, los centros educativos y los medios de comunicación se debe trabajar para erradicar la violencia y fomentar discursos y comportamientos igualitarios.
Eva López, responsable del proyecto Igualmente, desarrollado por la Federación de Mujeres Progresistas, comenta que se ha creado con la participación activa de jóvenes un blog (Lo digo yo), un documental (Lo miro yo) y un cómic (¿Y tú qué pintas?), con el objetivo de hacerles llegar a los adolescentes que “las relaciones de amor y afecto se construyen sobre la libertad, el respeto y el apoyo mutuo”.
La violencia doméstica
En ella se incluye la violencia contra el cónyuge pero también contra padres, madres hijos e hijas. El pico más alto de violencia doméstica se concentra en los menores de 18 años y se manifiesta con especial crudeza en las chicas entre 18 y 19 años, con una tasa de 39,9 sobre 100.000 de población femenina. Analizando las tasas por cada 100.000 personas, la cifra más alta se concentra en la franja de 28 a 24 años.