Brittany Mathis tiene 19 años, vive en Texas (EE.UU.) y trabaja junto a su madre en un restaurante de la cadena Kaiserhof. A la joven le han detectado un tumor cerebral pero, al no tener seguro médico, no puede costearse un análisis para detectar si éste es benigno o maligno y, ni mucho menos, un tratamiento.
El gerente y dueño del restaurante donde trabaja Brittany, al enterarse de la noticia, ha decidido poner en venta el negocio para recaudar el dinero necesario para que su camarera reciba la atención médica que precisa. Por su parte, la madre de Brittany teme por la vida de su hija, pues su esposo, John Mathis, murió de un aneurisma cerebral causado por un tumor en el año 2000, con solo 33 años de edad.