La marihuana es una de las plantas más controversiales en nuestro tiempo. En la sociedad actual se viven calurosos debates sobre su uso, tanto recreacional como medicinal. Los gobiernos del mundo se encuentran pendientes de dicho debate pues de él depende la legalización o no de esta planta. No obstante, aunque muchas legislaturas prohibieran su uso recreacional, cuando vamos al terreno de lo medicinal la realidad es muy distinta, y es que el cannabis ha ayudado en gran medida a múltiples personas con diferentes enfermedades.
Así el debate continúa ¿es la marihuana una amiga o una enemiga? ¿Se debe prohibir o solamente regular? Aunque sea una cuestión acalorada sus dos usos quedan muy claros, aquí les contamos las diferencias entre uno y otro.
Legalidad
Como ya dijimos antes la marihuana es una planta que mantiene en una ambivalencia. Por un lado están los que la defienden sin cuartel. Estas personas ven en ella, además de su uso como medicina, una excelente fuente de recreación. Y están los que mantienen una batalla directa con la misma. Muchos no entienden la razón de por qué drogas como el cigarrillo o el alcohol son vendidas legalmente y estas, a su vez, con la causa de miles de muertes anuales, y algo como el cannabis no puede ser legalizado, regulado y vendido.
Aquello, para algunos, es una muestra más de la hipocresía gubernamental que puebla las naciones. No obstante, y por mucho que moleste a algunos, la marihuana, para usos recreativos, es ilegal en todos lo sentidos. No pasa lo mismo cuando nos vamos al terreno de la salud, aquí el cannabis ha comenzado, y de hecho se puede decir que se ha consolidado, como una excelente terapia para personas con enfermedades específicas. Su uso ayuda anualmente a miles de personas alrededor del mundo. Es una terapia aceptada y promovida por cientos de doctores.
Usos
Los dos usos principales de esta planta son: medicinal y recreativo. El primero intenta ayudar a personas con dolores severos, sobre todos aquellos cuyas enfermedades se vuelve insoportable y su calidad de vida cae debido al dolor constante. Este tipo de individuos ve en el cannabis un salvavidas, la forma en que su existencia puede continuar con normalidad. El uso de la marihuana de manera medicinal significó un gran avance, tanto para la medicina como para la sociedad. De repente, dejábamos nuestros prejuicios a un lado y pensábamos más en los necesitados, poniendo nuestra forma de ver la realidad por debajo de la salud y comodidad de otra persona.
Su uso recreacional es el que más contradictores tiene. Hoy en día la mayoría de los gobiernos mantienen una lucha constante para desarticular bandas dedicadas a la comercialización y producción de marihuana. Aunque es verdad que países como Uruguay han legalizado su consumo, en otros su uso es penalizado y puede costar, a quien capturen utilizándola, hasta algún tiempo en la cárcel. No obstante, el consumo continúa en crecimiento, convirtiéndose en un dolor de cabeza para los gobiernos, y un problema de seguridad cuando bandas ilegales se enfrentan por el dominio del mercado.
Formas
Cuando hablamos de cannabis recreacional la primera imagen que nos viene a la cabeza es la de alguien fumando. Sin embargo, esta forma de consumo ha ido decayendo en popularidad. Primero porque se considera nociva, ya que el uso puede ocasionar enfermedades a largo plazo, además nuevas manera de consumo han aparecido: vaporización o ingesta son algunas de ellas. Formas mucho menos dañinas para el cuerpo. Aunque en este terreno debemos decir que el uso medicina, al ser algo controlado y legal, le lleva la delantera en cuanto a formas de consumo se refiere; y es que si vemos todos los tipo de productos y manera de consumir, podemos ver por qué es tan popular entre pacientes.
Los enfermos pueden fumarla, usualmente no lo hace, vaporizarla, comerla, untársela, aplicarla en la zona afectada como aceite, en forma de gel, parches. Cada aplicación supone un distinto efecto, por ello dependiendo de qué se necesite existe una forma de consumo.
Como podemos ver existe un mundo detrás del cannabis y sus fronteras se vuelven más y más difusas con el tiempo.